En 90%
Tratamiento
con toxina botulínica mejora calidad de vida de pacientes con patologías
neuromusculares congénitas
GUANARE/
GOBIERNO DE PORTUGUESA / OMAIRA DIAZ
Momentos cuando se aplica a un
paciente el tratamiento con toxina botulínica
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Sesenta y seis niños y niñas portugueseños y de estados
vecinos recibieron tratamiento terapéutico con toxina botulínica para tratar
patologías neuromusculares congénitas que les impide caminar correctamente, a
través del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital
Universitario Doctor Miguel Oraá (Humo).
Misael Abreu, jefe del Servicio, explicó que ese
tratamiento se aplica para tratar lesiones relacionadas con parálisis cerebral,
enfermedad cerebrovascular, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica
y lesiones del cordón espinal.
Resaltó que el Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS) determinó la aplicación de dosis de espasticidad con toxina botulínica
en pacientes con esa condición, la cual que se aplica muscularmente a través de unidades que actúan
a la región preganglionar para relajar el músculo y lograr mejoría en músculos dañados
u otros órganos en pacientes con enfermedades congénitas.
“El tratamiento requiere tres dosis cada tres meses que
se aplica de acuerdo a la celeridad del problema; hoy estamos atendiendo 66 niños
con la primera dosis. Ellos vienen de los estados Barinas, Apure; zonas de Lara
como Humocaro Alto y Bajo, Barbacoa, El
Tocuyo y Sanare”, agregó Abreu.
Destacó que se trata del único servicio en la región
llanera en Medicina Física que aplica la evaluación y el tratamiento al
paciente con toxina botulínica y de manera gratuita. Aseveró que el costo del
mismo en un centro de salud privado tiene un costo de 242 millones de bolívares
cada dosis y el tratamiento completo le costaría al paciente 2 millones 246 mil
bolívares.
Doctor Misael Abreu, jefe del Servicio de
Medicina Física y Rehabilitación del Humo
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“El procedimiento para obtener este servicio es a través
de una prevaloración, luego se aplica la dosis correspondiente y finalmente el
tratamiento fisiátrico, que se llama post inyección con dosis de toxina botulínica.
Esto permite mejorar la calidad de vida el paciente en 90%. Con ello se brinda
la oportunidad a que poco a poco se incorpore a su círculo familiar, la
sociedad y a la actividad laboral, en el caso de los adultos”, aseguró.
Dulce Torrealba es la abuela de una pequeña de 3 años con
padecimiento de pie equino, a quien se le cumple un tratamiento con toxina botulínica.
“Mi nieta lleva tres dosis y ya comenzó a caminar, lo cual no podía hacer antes
de comenzar el tratamiento. Por eso estoy muy agradecida a Dios primeramente, y
también al Gobierno que nos ha prestado esta ayuda a los que somos
de escasos recursos económicos”, refirió.
Similar experiencia ocurre con Carolina Castellano, su
hijo de dos años recibió la segunda dosis del tratamiento y ya se encuentra
caminando. “Se trata de un programa muy bueno para pacientes que presentan esta
condición; pero sobre todo es muy alentador saber que contamos con este
servicio. Gracias a la iniciativa del MPPS en brindarnos acceso a este
tratamiento que es muy costoso para nosotros”, apuntó Castellano.
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