Familiares de pacientes con cáncer también
ameritan apoyo psicológico
GUANARE/
PRENSA
MPPS / JUANA INÉS MOLINA
El
cáncer es la segunda causa de muerte en Venezuela, luego de las enfermedades
cardiovasculares. En las mujeres, los tipos de cáncer más comunes son el de
cuello uterino y el de mama, con una diferencia cada vez más pequeña entre
ambos tipos.
Así
como Blanca, son muchas las venezolanas que cuentan sus historias de vida, para
dar aliento y apoyo a quienes luego del diagnóstico deben someterse a un
tratamiento duro y difícil que incluye radio y quimioterapia, además de otros
cuidados complementarios.
González,
junto a un grupo de mujeres guanareñas, integra una organización sin fines de
lucro que apoya a los pacientes atendidos en la unidad de oncología de Hospital
Universitario Miguel Oraá y a sus familiares. Las une, además del trabajo
voluntario, una característica común: son pacientes con disminución o
desaparición de los signos del cáncer, mejor conocida como remisión.
Paciente y
entorno

“Está
demostrado que el estado psicológico del paciente determina la reacción de su
organismo a una terapia determinada, y es por eso que los pacientes con cáncer
son valorados de forma integral por médicos, nutricionistas, psicólogos y otros
profesionales de la salud”, comentó el médico.
Esto
lo confirma el testimonio de Blanca: “Cuando te diagnostican cáncer parece que
toda la familia se enferma igual que tú. Cada vez que yo iba a aplicarme la
quimioterapia llevaba a un miembro distinto de mi familia, para que viera por
sí mismo que yo no era la única mujer con cáncer de mama, y que a pesar de las
circunstancias, podíamos reír o llorar normalmente”.
Gracias
a su trabajo voluntario, Blanca ha aprendido que de todo un grupo familiar, el
paciente es quien normalmente mantiene la calma e incluso, termina por servir
de apoyo a sus acompañantes.
“La
familia es la que más sufre, por eso soy de los que creen que el primero en ser
atendido por un psicólogo debe ser el familiar, para que aprenda como aprendió
mi familia: a tratarnos y a respetarnos a pesar de la enfermedad”, dijo
convencida.
Paciencia y
fe
Moderación,
constancia y fe son las claves que usó Blanca González. Ella, igual que muchos
otros pacientes con remisión de la patología, no se considera sobreviviente o
víctima de cáncer, y toma esa etapa de su vida como una experiencia que le
permitió crecer como ser humano.
A
juicio del doctor Rodríguez, que los pacientes brinden su experiencia a quienes
inician el tratamiento, es muy positivo, porque la ciencia ha avanzado y con
ella crecen las posibilidades de vencer la enfermedad.
“Después
del tratamiento y de la remisión hay una vida, y vivirla a plenitud depende de
cada persona”, comentó Blanca. Describió que ahora se alimenta sanamente, no
consume alcohol, evita el contacto prolongado con el sol e intenta llevar una
vida alejada del estrés.
Explicó
Simón Rodríguez que el tratamiento con medicamentos es apoyado con otras
actividades que normalmente incluyen terapias de grupo a las que asiste el
grupo familiar.
Según
el jefe del programa Oncología en Portuguesa, es necesario que quienes lo
rodean a un paciente con cáncer, tengan presente que la fragilidad es pasajera
y la enfermedad no lo incapacita de por vida.
Fotoleyendas:
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Blanca González tuvo cáncer de mama y apoya a los pacientes en tratamiento
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Simón Rodríguez, jefe del programa de Oncología en la Des Portuguesa
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