Epidemiólogos extreman vigilancia ante contingencia causada por lluvias

GUANARE

PRENSA MPPS / JUANA INÉS MOLINA

Afectados por inundaciones son vulnerables

antes febriles y enfermedades hídricas

El equipo de epidemiólogos del estado Portuguesa extrema la vigilancia de febriles, infecciones respiratorias y enfermedades hídricas, a la par que trabajan junto al resto de organismos del Estado para garantizar la asistencia integral en los municipios afectados por las intensas lluvias.

Desde la coordinación estadal de Epidemiología se fijó un cuadro de vigilancia constante, con hincapié en las zonas históricamente vulnerables en situación de desastre, identificadas por los equipos distritales en un trabajo de de seguimiento año tras año.

Maritza Vielma, médica epidemióloga estadal, explicó que se mantiene el alerta en los municipios Guanarito, Papelón, Guanare, Páez, San Genaro y Santa Rosalía, localidades que por sus condiciones geográficas se inundan con frecuencia.

“Hacemos un llamado a las comunidades para que notifiquen oportunamente cualquier caso de fiebre, diarreas, vómitos, lesiones de la piel o infecciones del tracto respiratorio, para activar los cercos epidemiológicos que fueran necesarios y proteger a la población de posibles epidemias”, dijo la doctora Vielma.

Trabajo sostenido

El personal de salud lleva un registro

 de las personas damnificadas

Detalló la funcionaria que actualmente el personal de salud verifica el estado de las personas afectadas por la inundaciones en Papelón, en donde los cuerpos de socorro contabilizan treinta familias damnificadas y más de 500 personas afectadas por la arremetida del agua en sus viviendas.

Igualmente, se reforzó la vacunación para niños y adultos en las zonas de riesgo además que se instruyó la distribución de suero antiofídico en las zonas de desastre, porque dada la anegación aumenta el riesgo de mordeduras de serpientes en humanos.

La vocera de la Dirección Estadal de Salud de Portuguesa aprovechó para recordar que una vez baje el nivel del agua, los portugueseños deben estar vigilantes de criaderos del mosquito “patas blancas”, agente que se reproduce fácilmente en charcos y pozos y transmite dos enfermedades que mantienen en alerta al país: el dengue y la chikungunya.