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“Esta guerra perversa confunde el tiempo de paz con el tiempo de guerra”

ACARIGUA-ARAURE/

GOBERNACIÓN DE PORTUGUESA / JAILIN GUTIÉRREZ

El gobernador del estado Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, rechazó el hecho de que los medios de comunicación nacional e internacional hayan desestimado las denuncias hechas por el alto mando político del PSUV, sobre el plan de magnicidio en  contra el presidente de la República, Nicolás Maduro.

“La corporaciones mediáticas lo negaron y se burlaron de ello y manifestaron que era un pote de humo o un trapo rojo para ocultar el fracaso del gobierno, así hicieron con el presidente Hugo Chávez”, expresó.

Explicó la secuencia histórica con la que la oposición efectuó una serie de hechos para tratar de dilapidar el proyecto político impulsado por el presidente Hugo Chávez y comparó esos planes sistemáticos de derrocamiento hacia el comandante Chávez con la actual gestión del presidente Maduro.

“Así decían cuando iban a dar el golpe de Estado en abril del 2002 y empezaron ridiculizando y vilipendiando  al presidente Chávez, cayéndole a batazos a la Constitución, negando las instituciones públicas, mintiéndole al pueblo y maximizando los defectos que como todo gobierno tenemos, y minimizando las obras de Gobierno,  así como hacen con Maduro”, puntualizó.

¿Paz o guerra?

En ese sentido, Castro Soteldo destacó que otra de las características de la Guerra de Cuarta Generación es la de tratar de confundir el “tiempo de paz con el tiempo de guerra”.

“Esta es una manera de hacer esta guerra perversa. Pareciera que no estuviera pasando nada; pero que por debajo Diego Arria, Salas Römer, quien tenía el monopolio de todos los puertos de Puerto Cabello; María Machado,  Eligio Cedeño, quien defalcó el Banco Canarias; el embajador estadounidense  en Colombia y todos representantes de la más rancia oligarquía en el país, están robando y engañando al pueblo y quieren retornar al poder por la vía de la desestabilización”, advirtió.

Por otra parte, acusó a los dirigentes la oposición de tenerle desprecio al pueblo al no recorrer zonas populares y no mantener contacto directo con el sector campesino y comunidades pertenecientes a las entidades del interior del país.

“Diego Arria nunca ha ido a un barrio de Caracas, porque les da asco ir a un barrio pobre, ya que consideran a uno como chusma. No se molestan en visitar barrios y ni siquiera venir a estos montes a resolverles problemas a los campesinos o a conocer las necesidades del pueblo, porque nos desprecian”, concluyó Castro Soteldo.