lunes, 28 de abril de 2014

Caserío Los Toreños fue centro de celebración del Día de la Malaria en Portuguesa

GUANARE/
PRENSA MPPS / JUANA INÉS MOLINA

 Durante un año, quienes enfermaron deben
aplicarse la prueba de gota gruesa

Un grupo representativo de habitantes del caserío Los Toreños, ubicado en el estado Portuguesa, se dio cita junto a las autoridades estadales de la coordinación de Salud Ambiental para conmemorar el Día Internacional de la malaria o paludismo este viernes 25 de abril.

Todos los presentes, tanto miembros del equipo de salud como de la comunidad, tuvieron razones más que suficientes para celebrar, y es que por tercer mes consecutivo cumplieron con el monitoreo de los pacientes afectados por la temible enfermedad entre diciembre y enero pasados, sin  que se registren nuevos casos o recaída de los ya identificados.

“Siempre hemos escuchado de nuestros abuelos sobre lo negativo que es el paludismo, pero hasta que lo vivimos en carne propia, no supimos que realmente tenían razón cuando decían que debíamos cuidarnos de esta enfermedad”, comentó María Hernández, vocera del Consejo Comunal Los Toreños.

María Hernández, vocera del consejo comunal Los Toreños,
dice que la comunidad aprendió a luchar contra la Malaria
Las alarmas del colectivo comunitario se encendieron desde que se identificaron los primeros afectados, dos adultos mayores a cuya vivienda llegó de visita un portador asintomático de la enfermedad proveniente del estado Bolívar.

“En todo momento estuvimos prestos a apoyar a los funcionarios de Salud Ambiental en su labor, porque sabíamos que era la única manera de evitar que siguiera enfermando más gente”, dijo Hernández.

Explicó que promovieron la eliminación de criaderos, el saneamiento ambiental y el consumo del tratamiento facilitado por los inspectores de salud, además que estuvieron pendientes de las personas que manifestaban fiebre o malestar, para avisarle al personal del ambulatorio de la localidad.

María González fue una de las personas más afectadas. Cuenta con 85 años de edad y la Malaria causó verdaderos estragos en su condición física. Relató que las trabajadoras sociales y el inspector sanitario la sacaron de su casa oportunamente, y permaneció en el hospital durante casi una semana.

“A mí y a mi esposo de 92 años nos sacaron casi muertos del caserío, no teníamos ni idea de que esa fiebre y ese malestar tan fuerte eran por la Malaria. Gracias a Dios que llegaron estos visitadores y nos trasladaron rápido”, apuntó.

Comunidad protagonista
 Habitantes de Los Toreños y el equipo de salud trabajan
 de la mano para frenar propagación de la Malaria
Los Toreños es un caserío con poco más de doscientos sesenta  habitantes, que cumple con  condiciones favorecedoras para la proliferación del zancudo Anopheles, vector del parásito causante de la malaria. Es una población poco concentrada, dedicada a la agricultura de baja escala, a orillas de un río y rodeado de abundante vegetación.


Marco Marrufo, inspector nacional del programa de malaria del Ministerio del Poder Popular para la Salud destacado en Portuguesa, explicó que la notificación oportuna de los primeros casos contagiados en Los Toreños fue crucial para el control del brote, que afectó a 28 personas entre niños y adultos.
La señora María González
casi muere a causa de la Malaria


“Sin la colaboración de la comunidad en la notificación de los febriles o con el apoyo logístico a los visitadores durante el trabajo de campo y aplicación del tratamiento, no habríamos logrado el éxito alcanzado hasta ahora”, comentó el funcionario.


La tarea continúa hasta principios de 2015, pues mensualmente los pacientes que enfermaron con malaria deben someterse a la prueba de gota gruesa aplicada por el personal de Salud Ambiental, que permite monitorear su condición física posterior al tratamiento.              
 

 


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